Esta misma semana un colega
argentino preguntaba a través de una conocida red social ¿Qué es para vos una
escuela segura?, una pregunta directa y concreta con muchas definiciones, en
España por lo menos tiene tantos como CC.AA, y dentro de éstas tantos como
decretos y normativas han ido variando a lo largo de los últimos meses, según
parece, por la actual coyuntura económica y social en la que estamos inmersos.
De profesión auditora de riesgos
infantiles, viajo por todo el país observando centros educativos, poniendo la
mirada crítica que necesitan estos espacios en función de los menores a los que
acoge y dotando de herramientas en forma de soluciones a los equipos profesionales
para que sus centros, al margen de las citadas normativas y decretos y de la
mirada más o menos critica del inspector de turno, pueda definirse como una
Escuela Segura con certificado incluido.

- ZONA DE SEGURIDAD: Es aquel espacio comprendido entre el suelo y 1,20 m de altura de toda la instalación y los accesos (incluyendo la zona de tránsito y la de uso habitual), donde no deben existir elementos peligrosos accesibles a los niños o que puedan causar daño físico o psíquico.
- Accesos: la delimitación del centro y el control de accesos debe preservar la seguridad de los menores, protegiéndolos de extraños y de elementos que puedan causarle un accidente. (Por ejemplo, las vallas delimitadoras de los centros en pocos casos se encuentran reguladas por decretos, podemos encontrar desde vallas escalables, o con una distancia entre barrotes superior a los 10 cm, lo que pude causar que el menor introduzca la cabeza entre ellos). NOTICIA
- Instalaciones generales: bajo esta denominación podemos englobar los siguientes apartados:
a. Suelos: ligeramente blandos, en función de las
necesidades que requieran las actividades que se realizan en cada espacio se
aumentará el nivel de amortiguación de los mismos. (por ejemplo: no es lo mismo
la actividad de los rincones en el aula,
que la psicomotricidad o el suelo existente bajo un tobogán).
b. Paredes: teniendo en cuenta el desarrollo de las
habilidades motrices hasta la consecución de las mismas, las caídas y los
golpes son constantes, por lo que se deben proteger de forma que se minimicen
las consecuencias de dichas caídas.
c. Puertas: en función del espacio al que derivan,
éstas deben evitar la accesibilidad a la manipulación infantil, lesiones por
atrapamiento de extremidades o por golpes contra vidrios, heridas y cortes a
consecuencia de la rotura de vidrios y facilitar el acceso del adulto en caso
de emergencia (por ejemplo, he encontrado en escuelas infantiles que las
puertas de acceso al aula eras inaccesible a los menores, ya que la maneta se
había situado de forma correcta a 1,40 m de altura y las que daban acceso a los
espacios como cocina o limpieza y situadas en la zona de tránsito infantil eras
totalmente accesibles)
d.
Ventanas: inaccesibles a la manipulación
infantil, no solo a su apertura, también a su hoja si esta permanece abierta y
evitar siempre la disposición de los equipamientos de forma que no facilite la
escalada. (por ejemplo en la zona de sueño, la disposición de las cunas nunca
deben situarse debajo de una ventana, ya que la altura del niño cuando se pone
de pie en ésta la hace accesible, estos problemas son de base de proyección y
construcción del centro)
e.
Escaleras y desniveles: todos los desniveles
deben ser salvables para los niños que acoge la escuela infantil, el resto debe
estar delimitado e inaccesible a la manipulación infantil.
f. Enchufes: los que no se sitúen por encima de la
zona de seguridad, deben disponer de protecciones infantiles, en ningún caso
pueden ser accesibles a los menores, pero no debemos olvidar que todos los
dispositivos electrónicos y los cables derivados también deben situarse por
encima de esa zona. (por ejemplo hay escuelas que ubican el dispositivo
electrónico por debajo de la zona de seguridad ya que el equipamiento así se ha
dispuesto, dejando al alcance de los niños la manipulación de los cables y del
dispositivo).
- Instalaciones especificas: totalmente accesibles, espacios conectados (asistenciales y de actividades) con las características de:
a.
Visuales: atender una necesidad básica en
particular no debe implicar la pérdida de contacto visual con el grupo en
general.
b.
Específicos: deben existir espacios
diferenciados y adaptados para cada asistencia concreta y para actividad
programada.
c.
Polivalentes: espacios preparados a acoger a
niños de diferente nivel y con distintas necesidades.
5. Equipamientos:
los elementos que componen una escuela infantil, sea cual sea su utilidad
(asistencial, lúdica y/o educativa) deben ser específicos para el desarrollo de
su función, adaptados a las destrezas y habilidades de los niños, a sus medidas
antropométricas y cumplir con las normativas vigentes. No se puede incluir
equipamiento que no esté estrictamente pensado para los menores a los que va
destinado y por supuesto jamás permitir la entrada de objetos desde el exterior
que, con muy buena fe por parte de las familias, puede suponer un riesgo para
uno o el resto de menores. (por ejemplo juguetes que no tengan el marcado CE,
peluches, piscinas, etc.)
6. Evaluación/auditoria
de riesgos infantiles: ni con el estricto cumplimiento de todas las normativas y
decretos vigentes se asegura una instalación adaptada y segura, las
herramientas que a nivel organizativo y de gestión, la planificación del
mantenimiento, la prevención eficaz y concreta, solo lo ofrecen las
evaluaciones de riesgo infantiles realizadas por profesionales y el derivado
informe con las soluciones precisas en función de la prioridad del riesgo.
- Gestión del mantenimiento: la mayoría de lesiones que ocurren en un centro infantil son derivadas de un ineficaz o nulo plan de mantenimiento, en ocasiones se destina la partida presupuestaria a un lavado de imagen obviando las prioridades en función del riesgo que determina el informe derivado de las evaluaciones. El plan de mantenimiento debe establecerse bajo los criterios preventivos y paliativos según las prioridades, preventivo a través de los puntos críticos establecidos y paliativos, aquellos cuya urgencia así lo requieran.
- Formación: el personal del centro infantil debe recibir formación de prevención de riesgos, esta cultura preventiva es inusual, ya que se le da más importancia a los primeros auxilios (que también deben formarse), antes que a evitar llegar a estos últimos. La integración de la cultura preventiva de forma natural en cualquier función desempeñada es una de las herramientas más eficaces para gestionar los riesgos.
- Emergencias: un Plan de Autoprotección debe contar con la implicación de todo el personal del centro, éste se debe diseñar bajo los preceptos de probables emergencias y siempre en función de las características de los niños. Aún de obligado cumplimiento, son muchas las escuelas infantiles de gestión pública que carecen del Plan de Autoprotección.
- Vía pública: no puede quedar exenta de una auditoria vial, los entornos escolares deben tener en cuenta las necesidades de los menores y de sus familias, como por ejemplo que todos los niños deben ir en un SRI homologado a su peso y talla y para ello necesitan espacios exteriores donde poder realizar esta acción de forma segura y adecuada, así mismo las espacios públicos deben contar con señalización que informen a los conductores que se encuentran en un espacio frecuentado por menores y actuar en consecuencia.
El objetivo es conseguir un espacio adaptado a las
necesidades cognitivas, motrices y psicológicas de los niños, consiguiendo que
se desarrollen de forma natural, sin interrupciones por secuelas derivadas de
una falta de previsión (accidentes), preservando su integridad física y
psíquica, y donde los profesionales puedan llevar a cabo su tarea: el
desarrollo de los proyectos educativos y las actividades programadas,… quizás
esta sea la respuesta a la pregunta de mi colega argentino.
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